
Café con leche con Papa Cheese Borden
En lo profundo del campo, donde los gallos cantan sin prisa y los árboles murmuran en voz baja, se despierta el sabor de nuestra isla. Allí, donde las tazas son de aluminio o cristal, los platos se llenan con lo que hay—pero siempre con amor. Esta receta de café con leche con Papa Cheese no es solo un desayuno. Es una declaración de identidad, una caricia de la niñez, un ritual que habla de nuestras costumbres más queridas.
Inspirado en ese Puerto Rico que no necesita adornos para brillar, este café con leche se sirve con queso fundido y pan calientito, igualito a como lo preparaban las abuelas: sencillo, honesto, perfecto. En tiempos donde se celebra lo que somos sin filtro, esta receta se convierte en símbolo—tan auténtico como el canto de un sapo concho tras una lluvia de verano.
Productos Borden
Queso de Papa Leche Entera 32oz Leche Reducida en Grasa 1% 32oz Leche Reducida en Grasa 2% 32oz Leche Sin Grasa Sin Lactosa 32oz Leche Sin Lactosa 32oz
Ingredientes (para 2 tazas)
- 1 taza de agua
- 2 cucharadas de café molido puertorriqueño (el que siempre hay en la alacena)
- 1 taza de leche UHT Borden (entera, 2% o la que prefieras)
- 2 a 4 rebanadas finas de Papa Cheese Borden
- Azúcar al gusto (opcional)
- Canela en polvo (opcional)
Instrucciones paso a paso
1. Prepara el café como en casa
Hierve el agua y echa el café en una greca, un colador de tela (“media”) o una cafetera tradicional.
2. Calienta la leche con nostalgia
En una ollita, calienta la leche UHT Borden a fuego medio hasta que esté bien caliente, humeante pero sin que llegue a hervir.
3. Derrite el Papa Cheese Borden
Corta el queso en cubitos pequeños y añádelo a la leche caliente. Revuelve lentamente hasta que empiece a derretirse, creando una textura suave.
4. Mezcla
Combina mitad café y mitad leche caliente con queso. Ajusta las proporciones según tu gusto y tu herencia. Revuelve con calma.
5. Dale tu toque
Endulza si lo deseas, con azúcar, miel o un poquito de canela espolvoreada.
Sugerencia de presentación
Sírvelo con pan de agua o pan sobao bien tostadito y untado con mantequilla. Añade un trocito extra de Papa Cheese al lado—porque en casa siempre hay “un chin más” para quien lo pida.
Coloca todo en una bandeja sencilla, con una taza grande de loza, como las de las casas viejas con patio.
Notas y consejos
- Si quieres un sabor más profundo, prueba usar café tostado oscuro al estilo caribeño.
- Para darle un giro moderno, añade una pizca de sal a la leche con queso para resaltar los sabores.
Conclusión
Este café con leche con Papa Cheese no es una receta más. Es una invitación a sentarte contigo mismo, con tu historia, con tus recuerdos. Es un homenaje a las mañanas lentas y a los sabores que no necesitan explicación.
En un mundo que cambia a cada segundo, hay algo poderosamente rebelde en tomarse el tiempo para preparar un desayuno como este. Uno que no solo te alimenta, sino que te conecta con lo que eres.
Y si mientras lo tomas escuchas el canto lejano de un sapo concho… bueno, eso ya es pura poesía boricua.
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